La historia de Oval comienza en 1991 cuando el trío de músicos Markus Popp, Sebastian Oschatz y Frank Metzger, fascinados por bondades de la tecnología, se unen para experimentar con diversas sonoridades provenientes de la electrónica, un campo que en aquella época tenía bastante de inexplorado. Después de dos años de trabajo, la agrupación lanza su primer largaduración, titulado Wohnton, disco que conjuga sin problemas el pop y la electrónica al incluir voces en un colchón de bits y samplers.
La técnica conocida como Glitch fue usada por primera vez en el disco Whonton. Pero en su siguiente trabajo, Systemisch de 1994, fue donde realmente alcanzó su cúspide. El Glitch consiste en la utilización de los errores en el traspaso de información en un soporte digital. Dichos errores producen una cierta sonoridad que es captada, grabada y reproducida en repetidas ocasiones mediante un sampler.
Lo que Oval hizo fue dañar la información musical contenida en un disco compacto, ya sea rayándolo o quitándole la corteza protectora, para luego grabar la pista con aquellos errores de lectura. De esas distorsiones obtuvo diferentes sonoridades con las que construiría una línea de ritmos que luego se transformaría en música.
El impacto producido por Oval con su disco Systemisch produjo que el connotado sello estadounidense Thrill Jockey se interesara en ellos y decidiera distribuir la placa de forma global. Desde ese momento Oval ha seguido experimentando con diferentes formatos de electrónica, pero siempre manteniendo un interés supremo por la innovación en la tecnología digital sonora.
Fue tan importante esta placa para el mundo de la música electrónica, que su herencia puede verse en estilos tan diversos como el dance, el techno y el industrial.
La técnica conocida como Glitch fue usada por primera vez en el disco Whonton. Pero en su siguiente trabajo, Systemisch de 1994, fue donde realmente alcanzó su cúspide. El Glitch consiste en la utilización de los errores en el traspaso de información en un soporte digital. Dichos errores producen una cierta sonoridad que es captada, grabada y reproducida en repetidas ocasiones mediante un sampler.
Lo que Oval hizo fue dañar la información musical contenida en un disco compacto, ya sea rayándolo o quitándole la corteza protectora, para luego grabar la pista con aquellos errores de lectura. De esas distorsiones obtuvo diferentes sonoridades con las que construiría una línea de ritmos que luego se transformaría en música.
El impacto producido por Oval con su disco Systemisch produjo que el connotado sello estadounidense Thrill Jockey se interesara en ellos y decidiera distribuir la placa de forma global. Desde ese momento Oval ha seguido experimentando con diferentes formatos de electrónica, pero siempre manteniendo un interés supremo por la innovación en la tecnología digital sonora.
Fue tan importante esta placa para el mundo de la música electrónica, que su herencia puede verse en estilos tan diversos como el dance, el techno y el industrial.
1 comentario:
Buenísimo el disco q tocaron hoy...
Jorge...
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